La Muerte de su hijo en las trincheras hizo que su arte se centrara en el sufrimiento y el dolor humanos, y por sus temas y su estilo espeluznantemente tenso se la ha clasificado a menudo como expresionista alemana. Pero sus xilografías, dibujos y aguafuertes, que se describen las privaciones de la clase obrera y el horror de la guerra, deben más a las corrosivas críticas sociales de ciertos artistas y escritores del siglo XIX. Posiblemente, su obra más innovadora e interesante es su serie de autorretratos. A todas las edades se enfrenta el espejo sin miedo, describiendo las penas y pérdidas que han dejado su marca en su rostro con el paso de los años.
En esta dolorosa y trágica imagen, una mujer estrecha el frágil cuerpo de un niño muerto en un abrazo desesperado. Las robustas piernas y brazos de la mujer contrastan con los delicados rasgos y los hombros huesudos del niño, resaltando su vulnerabilidad.
Su trazo con fuerza, una imagen potente que es capaz de trasmitirnos sin esfuerzo la dolorosa desesperación de una pérdida. Käthe Kollwitz.
Käthe Kollwitz. Königsberg (Alemania), 1987- Moritzburg (Alemania), 1945.
Madre con hijo muerto, 1903. Aguafuerte, 42,5 x 48,5 cm. Akademie der Künste, Berlín.
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